lunes, 11 de enero de 2016

Los medicamentos y la toronja: una interacción peligrosa

Algunas personas la adoran; otras, la detestan. Y es que saborear un gajo de esta fruta, puede hacernos arrugar la cara. Pero independientemente de ese sabor ácido que para algunos resulta excesivo, la toronja es un alimento muy saludable. No sólo es hermosa, sobre todo la rosada (el color de su pulpa impresiona la vista de cualquiera), sino sumamente beneficiosa. De hecho, es uno de los mejores aliados en muchas dietas por su poca cantidad de azúcar y sodio, y por ser baja en calorías.

El alto contenido antioxidante de esta fruta ayuda a retardar el envejecimiento en las personas. Además, comerla con regularidad reduce los niveles de colesterol “malo” y acelera el metabolismo, ya que contiene un compuesto que quema la grasa del cuerpo. También tiene propiedades antibacterianas, y muchas vitaminas y minerales. Pero, ¿sabías que la toronja interfiere en la manera en que actúan ciertos medicamentos en nuestro organismo?

Existen estudios que indican que consumir esta fruta puede interferir con la acción de algunos fármacos. Esta combinación puede ser letal, ya que el jugo de la toronja aumenta la absorción del medicamento en la sangre. Y aunque muchos podrían consumir la fruta unas horas antes o después de tomar el fármaco (pensando que de esta manera evitarían la interacción), esto no impide que pueda ocurrir una sobredosis.






Los medicamentos se metabolizan gracias a una enzima en el intestino delgado. Lo que ocurre con la toronja es que ésta contiene algunas sustancias que bloquean la acción de esta enzima, así que la droga no se degrada, y ésta ingresa en una mayor cantidad a la sangre. Esto, evidentemente, puede ocasionar efectos adversos en nuestro cuerpo, que no siempre son los mismos para todas las persona, pues la cantidad de esta enzima varía en cada individuo.

Desde hace varias décadas se ha constatado que la toronja aumenta los niveles de ciertos medicamentos en la sangre, lo que es tóxico para nuestro organismo. Sin embargo, existen estudios recientes que han arrojado que el jugo de esta fruta tiene también un efecto contrario sobre determinados fármacos. Mientras que en ciertas drogas se potencia su efecto; en otras, se minimiza. En este caso lo que sucede es que la toronja bloquea la acción de un grupo de proteínas que se encargan de transportar los fármacos hacia las células para que estos puedan ser absorbidos. De esta manera se absorbe menos cantidad de medicamento, lo que lo vuelve ineficaz, pues no tiene ningún tipo de efecto en el cuerpo.

Los fármacos que pueden interactuar con esta fruta son: algunas estatinas (usadas para reducir el colesterol), la nifedipina (indicada para controlar la presión arterial) y la ciclosporina (un fármaco contra el rechazo de órganos trasplantados); así como la buspirona (un ansiolítico), la amiodarona (un antiarrítmico) y la fexofenadina (un antihistamínico).Si estamos tomando cualquiera de estos medicamentos es importante no ingerir toronja, ya que en vez de beneficiar nuestro organismo, lo estaremos perjudicando.

Aun cuando es rica, sana y nutritiva, debemos ser responsables con el consumo de esta fruta. En caso de no consumir ninguno de estos medicamentos, sí podemos comer tranquilamente los pedazos que queramos; después de todo es una fruta muy saludable, de la que podemos aprovechar todas sus propiedades.


Por Erika De Paz
IG @ERIKADPS

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