miércoles, 3 de febrero de 2016

Una hormona es la responsable de nuestra relación con los perros

Los perros sirven en las fuerzas armadas, trabajan con la policía y ayudan a las personas con discapacidad. Ellos han estado a nuestro lado desde hace miles de años, sirviendo como compañeros y amigos leales. Los amamos. Nos aman a cambio. El vínculo entre un perro y su dueño se parece mucho al que existe entre un bebé y su madre.

Esa conexión, según un estudio japonés publicado en la revista Science, es impulsada en parte por la oxitocina, una hormona activa en el cerebro y el cuerpo de los seres humanos y perros.

La oxitocina puede reducir el estrés, fortalecer las relaciones sociales, fomentar la confianza y, en general, provocar una sensación placentera.






Se libera de forma natural en el cerebro cuando se da la mano, se recibe un abrazo o se mira a los ojos de un ser querido.

Investigadores realizaron dos experimentos para tratar de establecer el papel de la hormona en la relación entre especies.

Observaron por primera vez un grupo de perros y sus dueños durante 30 minutos, midiendo los niveles de oxitocina antes y después de la sesión. Registraron toda la interacción social, incluyendo el hablar, tocar y mirar.

Evan MacLean, codirector del Laboratorio de Cognición Canina de la Universidad de Duke, quien escribió un comentario que acompaña al estudio, dijo que los resultados muestran que el mirar se vio impulsado por la oxitocina.

"Es sólo en este grupo de perros que miraron a sus propietarios por largos períodos de tiempo que se detectó un aumento de la oxitocina en los propietarios, y también encontraron un aumento paralelo de la oxitocina en los perros", dijo.

En un segundo experimento, los perros recibieron una dosis de oxitocina o un placebo de solución salina en sus hocicos.

"Cuando se da a los perros oxitocina, efectivamente se causa a los perros que pasen más tiempo mirando a sus dueños humanos, y como consecuencia de ello, los seres humanos tuvieron un incremento aún mayor en la oxitocina", dijo MacLean

MacLean dijo que conocer la biología de esta retroalimentación puede ayudar a promover nuevas estrategias de salud para personas con discapacidad, niños con autismo o soldados diagnosticados con trastorno de estrés post-traumático.

"Las personas dicen que se sienten más seguras, informan que se sienten ese vínculo con su animal, pero no sabemos mucho acerca de la biología de cómo sucede esto", dijo. "Esta investigación, que sin duda no nos dice cuál es el mecanismo en esos casos, si sugiere una vía posible a través de la cual las relaciones con los perros pueden ser terapéuticas".

MacLean dijo que la biología de las relaciones sociales es compleja, y mientras que la oxitocina es una pieza de ese rompecabezas, no es el único elemento.

Futuros trabajos deben considerar si los resultados del estudio se observan entre los dueños adultos de perros pueden aplicarse en niños, personas con problemas de salud o incluso a través de las culturas.


Con información de: VOA

 

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