Un nuevo estudio de la Universidad de Tokio (Japón) sugiere que el  mejor amigo del hombre bosteza cuando ve a una persona hacerlo, y que es  más frecuente que abra la boca si el bostezo lo emite su propietario  que si lo hace un extraño. Es decir, que los canes responden más  intensamente a las acciones de sus dueños que a las de desconocidos.  Esto demuestra que el bostezo es contagioso para los animales, y que  tiene una conexión emocional similar a la de los humanos, basada en la  empatía.
No es el primer signo de empatía  identificado en estos animales domésticos. Un reciente estudio británico  dado a conocer en la revista Animal Cognition indicaba que los perros  son capaces de detectar la tristeza de una persona, incluso si es  desconocida, y que responden acercándose a consolarla sin esperar  recompensa a cambio. eso implica que responden más a las emociones  humanas que cualquier otra especie (eso incluye a los humanos).
Con información de: Agencias | Muy interesante     
Seguir a @HoyVerde
 

