miércoles, 4 de mayo de 2011

Cuidado con la palometa peluda

Vienen sonando cada vez más fuerte y en mayor número voces pregonando la presencia de la “palometa peluda” (Hylesia metabus), su proliferación, distribución en distintos sitios del territorio y la carencia de un control sistematizado de esta plaga.

La palometa

Este insecto, una mariposa de hábitos nocturnos, de unos 5 centímetros y de color marrón, con un ciclo de desarrollo de alrededor de 110 días en los que va pasando desde huevo, larva, pupa hasta mariposa, posee pelos abdominales que resultan urticantes al humano, quien cada vez que se rasca incrusta cada vez más los pelos en su piel provocando una irritación y escozor crecientes. También pueden provocar lesiones cutáneas, conjuntivitis y en menor número de veces vómito, diarreas y afecciones respiratorias.

Para la palometa resulta muy exitoso como especie biológica que las hembras tengan esos pelos ya que los usa para cubrir sus huevos y protegerlos de posibles depredadores. Sus larvas viven bajo condiciones de alta humedad relativa y temperatura, en las zonas de manglares preferiblemente, por lo que cualquier masa de manglar constituye un posible albergue para ellas. Se han observado infestaciones en poblaciones de manglares rojo, negro y blanco.

Mecanismos de control

Como toda población de insectos, la palometa peluda es susceptible al control biológico, mecánico y químico. Dentro de la práctica de control biológica, el uso de los llamados insecticidas ecológicos juega un papel importante ya que su aplicación puede controlar las larvas sin un impacto negativo en el ambiente.

El llamado Dipel (biolarvicida), nombre comercial para el compuesto de Bacillus thumbergis, es uno de ellos, que al ser rociado sobre las hojas del mangle, por ejemplo, y ser ingerido por la voracidad de las larvas por las hojas, hacen que colapse su sistema digestivo y así muere la larva. Este es un control selectivo y debe ser aplicado en la etapa larval del desarrollo de la palometa peluda. Otra opción en este ámbito es el uso de depredadores naturales de las larvas.

Los controles mecánicos están liderizados por las trampas físicas cuya construcción se basa en el principio de la atracción de la mariposa por el color amarillo y la luz; se crean trampas iluminadas que atraen las mariposas, quienes entran atraídas por la luz y quedan atrapadas. Principio similar se usa para atraerlas en base al color amarillo usando tiras de cartones amarillos engomados donde quedan pegadas las mariposas al posarse sobre su superficie.

El control químico efectivo sobre los individuos adultos usado en la fase curativa de control se basa en el uso de insecticidas a través de fumigaciones masivas. Esta es la práctica cultural más invasiva y contaminante hacia el ambiente, pues se basa en el uso de insecticidas rociados desde el aire o con maquinarias a través de aspersiones masivas. También se usa de forma más local aplicaciones de soluciones jabonosas.

Generalmente este tipo de epidemias son ocasionadas cuando se rompe el ciclo de control natural entre especies debido a fumigaciones masivas con químicos. Con respecto a esto, es conveniente recordar la devastación provocada en el bosque urbano del área metropolitana de Caracas por el llamado “gusano de la palma” (Brassolis sophorae), que es la fase larval de una mariposa, afortunadamente no urticante. Hoy día, esta plaga está extendida en casi todo el país, lo que le llevó un lapso de aproximadamente 15 años y ataca de dos a tres veces al año.

Afecta la salud y al bolsillo

Cuando suceden los picos de concentración de mariposas significa que no se realizaron controles preventivos en los tiempos adecuados y que ya todos los huevos pasaron su fase de larva y llegaron a transformarse en mariposas adultas, y dada su toxicidad a nivel de piel y mucosas, las personas deben protegerse de contactarlas, tocar o inhalar los pelos; teniendo así que cambiar sus hábitos, patrones de conducta y agendas diarias.

Hay que protegerse dentro de las casas, apagar las luces y cerrar puertas y ventanas. Esto, unido a la ocurrencia del insecto en zonas de manglares que generalmente son turísticas, hace que el flujo de turistas baje provocando un descenso en la actividad comercial. En casos extremos ocasiona el cierre de colegios y suspensión de actividades masivas al aire libre. De allí que es clave la implantación sistemática de controles sanitarios oportunos sobre esta plaga y todas aquellas con ciclos y comportamientos similares.

El reporte oportuno: ojo pelao

Basados en la premisa real de que la prevención es la clave del éxito en estos casos, invitamos a difundir esta información y sobre todo a convertirnos en observadores minuciosos de la naturaleza para reportar de forma temprana a las autoridades competentes la presencia de masas de huevos con apariencia blanquecina en las hojas de mangle o masas de larvas con aspecto de diminutos gusanos.

@HoyVerde
Fuente: miranda.gov.ve

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